Esta es la receta de una tarta de queso estupenda y facilísima de preparar. Para que funcione sólo hay que asegurarse de usar una buena materia prima y no cocerla en exceso. El resto es disfrutar.
INGREDIENTES
Para la base:
- 150 g de galletas digestive.
- 50 g de mantequilla.
Para el relleno:
- 1000 g de queso fresco tipo speisequark de 20% de m.g.
- 4 huevos grandes.
- 200 g de azúcar moreno.
- La ralladura de un limón grande sin nada de parte blanca.
- El zumo de medio limón.
- 1 c/s esencia de vainilla
Para la cobertura:
- 100 ml de nata agria.
- 1 pellizco de ralladura de limón.
- 30 g de azúcar molido.
Materiales:
- Molde desmontable de 24 cm de diámetro.
- Papel sulfurizado para cubrir el fondo del molde.
- Picadora o rodillo.
- Batidor de varillas.
- Lengua.
PREPARACIÓN
Antes de empezar a preparar la receta forramos la base del molde con un círculo de papel sulfurizado. Encendemos el horno a 170º C.
Trituramos las galletas en una picadora o robot de cocina si disponemos de ellos; Si no, rompemos las galletas con las manos, las metemos en una bolsa de plástico grande y pasamos por encima un rodillo de amasar (o una botella) hasta reducirlas a miguitas.
Mezclamos las migas de galletas con la mantequilla a temperatura ambiente hasta obtener una masa homogénea y cubrimos la base y los laterales del molde con ella. Reservamos en la nevera mientras preparamos el relleno.
En un cuenco batimos el azúcar con los huevos, la ralladura de limón, el zumo de limón y la esencia de vainilla; Cuando ya no se puedan distinguir unos de otros incorporamos el queso con una lengua.
Vertemos la preparación en el molde forrado que teníamos reservado en la nevera y llevamos al horno. Bajamos la temperatura a 150º C con calor sólo por debajo y dejamos cocer durante unos 45 minutos (No debe dorarse ni tomar ningún color, si vuestro horno va calienta demasiado y/o tenéis un convector conectado, apagadlo o bajad la temperatura hasta 130ºC). Cuando esté listo dejamos enfriar la tarta por completo, la cubrimos con la mezcla de nata agria y dejamos reposar como mínimo 4 horas en la nevera, aunque el ideal es de un día para otro.
Este mezcla de nata agria final se pone para dar un acabado claro, brillante, fresco y uniforme a la tarta que tras enfriarse es posible que presente algunos cortes en su superficie. Eso se considera un fallo y de ahí el uso de la crema que es opcional.
Acompañarla con mermelada casera de melocotones es perfecto, pero también serían estupendas las moras, ciruelas claudias y albaricoques tanto en compotas como en mermeladas.
Feliz merienda.